domingo, 26 de noviembre de 2006

Pequeños pasajeros en tránsito


Hace un tiempo recogí cuatro gatitos de la calle, tenian practicamente dias y era difícil que sobrevivieran. Dormi mal casi una semana, por despertarme a media noche y darles leche con jeringa, cambiarles el agua del guatero y limpiarlos con un algodoncito... fue de locos!!! en mis manos murieron dos, que realmente nunca tuvieron mucha oportunidad pero fue igual de triste que si la hubieran tenido... con los otros dos logre que engordaran un poquito e incluso se vieran con energía!!!! a los dias de que estuvieran mas firmes los regalé! pero a los pocos dias me contaron que tambien habian muerto.
¡¡¿que podemos hacer aunque pongamos todo de nuestra parte?!! que sacamos con estar concientes si parecemos unos titeres con ojos abiertos viendo una matrix carnivora!...

1 comentario:

Maca dijo...

Ceci, una vez más tu post me hace reflexionar (gracias).

Los gatitos seguramente cumplieron el ciclo que debían cumplir en este mundo... Tú les diste calidad de vida durante su tránsito: cariño, calor, alimento, cosas que ciertamente no hubiesen disfrutado sin tu ayuda; ellos por su parte, te regalaron la posibilidad de cuestionarte ciertas cosas, lo que siempre es una invitación a crecer.

Muchas veces me pregunto de qué sirven los sacrificios y el desgaste si finalmente no se consigue lo que se quiere. ¿Vale la pena el intento si el final de la historia no va a cambiar?

Al verlo escrito, la respuesta parece hasta lógica: claro que vale la pena!!!!

Tenemos una formación occidental que nos hace creer que es la meta lo importante, los logros proyectados hacia un futuro incierto. Si tuviéramos una visión más oriental (holística en este caso) de la cosas, sospecharíamos que es el camino el que realmente importa. Cada acción, cada anhelo tomado en serio es una invitación a entregar algo de sí.

Relacionándolo con tu post anterior, somos tremendamente trascendentes. Todo lo que hacemos genera un movimiento energético, una reacción en cadena que puede ser hermosa. Cada palabra dicha, cada mirada, cada gesto... somos actores esenciales en este universo con un don poderoso en nuestras manos: la capacidad de dar.

=)